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RECICLAJE

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sábado, 12 de marzo de 2016

Protocolo en la mesa: diez preguntas habituales

Fuente: www.hola.com
Cómo utilizar la servilleta, cuál es la forma correcta de coger las copas, cómo reconocer nuestro pan para evitar 'robar' el de otro comensal... conoce la respuesta a éstas y otras cuestiones.
Ante una cena o comida un poquito más formal de lo normal no siempre sabemos cómo comportarnos. Y es que, aunque es cierto que hay algunas normas de protocolo que han caído en desuso, sí que siguen existiendo ciertas convenciones que es preciso seguir, muchas veces ya no por ‘buenas maneras’ sino por ‘buena educación’. Éstas son las respuestas a algunas de las preguntas más comunes que uno se plantea en situaciones como la descrita. 
1. ¿Cómo coloco los cubiertos entre bocado y bocado? 
Se disponen a ambos lados del plato (uno en la posición de las 8 del reloj y el otro en disposición de las 4). Cuando se ha finalizado, aunque quede comida, se dispondrán en paralelo, en el centro del plato y juntos, en posición vertical.
2. ¿Cuál es mi pan? 
El plato del pan se encuentra a la izquierda. No te equivoques al cogerlo, porque se lo estarás ‘robando’ a tu compañero de mesa. 
3. ¿Qué hacer con la servilleta una vez he terminado de comer? 
Mucha gente la dobla y la coloca a la derecha del plato, pero esto no es correcto ya que puede confundir y hacer pensar que la servilleta no se ha usado durante toda la comida. Así, lo idóneo es cogerla y dejarla tal cual, es decir un poco arrugada, a la derecha del plato colocándola por el lado que menos la hayamos ensuciado. 
4. ¿Cómo cojo la copa de vino? 
Las copas deben ser cogidas por el pie y no por la copa propiamente dicha, ya que así estaríamos calentando la bebida. 
5. Me apetece probar la comida de un compañero de mesa, ¿cómo lo hago? 
Si deseas probar la comida de otro comensal, evita hacerlo cogiendo un poco con el tenedor y llevándolo por encima de la mesa hasta su sitio. Es más correcto pasar el plato de pan a esa persona y pedirle que deposite ahí unas cucharadas o trozos de alimento que deseas probar. 
6. Los espárragos... ¿con la mano o con cubiertos? 
La forma más correcta es con las manos. Se toman por la parte del tallo con los dedos, se mojan en la salsa, si hay, y se introduce la parte humedecida en la boca, dando un bocado y sin chupar. Si llevan salsa caliente por encima o están gratinados pueden comerse con tenedor.
7. ¿Dónde dejo mi vaso? 
En un cóctel (donde la comida está compuesta por bocados que se comen de pie) no cometas el error de dejar los vasos en cualquier superficie que encuentres a tu alcance (las de madera, por ejemplo, pueden estropearse). Fíjate bien porque seguro que habrá unas cuantas bandejas en lugares visibles para depositarlos. 
8. ¿Cuál es mi sitio? 
Te han invitado a una comida formal en un restaurante y una vez pasados a la mesa, no sabe dónde sentarse. El invitado tendrá que esperar a que el anfitrión le señale su sitio para, luego, elegir la comida siguiendo la pauta marcada por éste. 
9. ¡Cuidado con la postura! 
Es importante mantener una postura correcta durante toda la comida. Aunque parece una obviedad no está demás recordarlo ya que, a veces, nos descubrimos acercando demasiado la cabeza al plato y llevando la boca al cubierto en lugar del cubierto a la boca. 
10. ¿Qué regalo llevo? 
Si no se trata del cumpleaños o santo de uno de los anfitriones puedes escoger entre flores, dulces, libros, vino... Por otro lado, hay regalos que es mejor evitar: animales (pájaros, peces...), ropa, etc. 

Protocolo: claves para convertirse en el perfecto anfitrión

Fuente: www.hola.com
¿Cómo ha de ser la ubicación de los invitados?, ¿de qué manera colocaremos la cubertería en la mesa?, ¿cómo la decoraremos?...
RECIBIMIENTO DE LOS INVITADOS 
Con el objetivo de esperar a que lleguen todos los comensales, y para romper el hielo, lo mejor es servir un aperitivo corto y que no quite el hambre. Los invitados permanecerán de pie para permitir la llegada de todos los comensales y disimular la de los más impuntuales. Este ambiente distendido es el que facilitará las presentaciones a los nuevos miembros de la familia y el inicio de la conversación. 
El anfitrión siempre hará el recibimiento de los invitados en la entrada de la casa; luego el aperitivo se llevará a cabo en un espacio que reservemos dentro del salón-comedor pero nunca sentados en la mesa. 
La etiqueta del anfitrión siempre tiene que ser la misma que la que él pida a sus invitados, dependerá de la tesitura de la cena. La única norma es ir elegante: aunque sea de carácter informal, no hay que olvidar que estamos en una fiesta.
UBICACIÓN DE LOS COMENSALES 
Situaremos a los anfitriones en el centro o en las cabeceras de la mesa, dependiendo de lo cerca que queden estos sitios del acceso a la cocina, para facilitarles el trabajo. Al resto deberíamos colocarlos procurando generar un ambiente uniforme y evitar posibles incompatibilidades. 
Ubicar a personas afines juntas siempre da buen resultado; es buena idea alternar a las personas según su sexo para evitar que se sienten todos los hombres en un bando y las mujeres en otro. Es aconsejable que las parejas se sienten separadas para que queden más integradas. 
Por otro lado, si alguno de los asistentes no conoce al resto, le haremos sentarse en un lugar donde pueda interactuar con todo el mundo. En los extremos de la mesa, se sentarán los habitantes de la casa o los más jóvenes. Es preferible habilitar otra mesa para los niños y que coman en otro momento. 
LA MESA: CADA COSA EN SU SITIO 
El primer impacto visual que recibe el invitado al llegar es la forma en la que está colocada la mesa. La norma fundamental es que guarde una relación de proporcionalidad con el número de comensales, teniendo en cuenta que cada uno necesita como mínimo 70 cm y como máximo 100 cm. Además, es aconsejable poner una mesa de apoyo para no sobrecargar la mesa principal. Otros aspectos a tener en cuenta: 
Mantelería: el mantel debe ser de tejidos naturales y de colores claros. Un truco para aportar calidez y comodidad a la mesa es usar el muletón, el paño de algodón grueso que se pone debajo del mantel. La servilleta debe estar doblada sencillamente y colocada sobre la mesa. Aunque estemos habituados a verlo en restaurantes, es un error tanto ponerla dentro de las copas como usarla como elemento decorativo. 
Vajilla: la vajilla adecuada es la que se ajusta al menú que vamos a degustar. Es recomendable el uso de una vajilla que dé color a la mesa siempre que sea con prudencia, decantándose por colores lisos o estampados acordes con la situación. 
Cristalería: sólo se ponen las copas necesarias para el vino que se vaya a servir, además de la de agua que siempre tiene que estar. Las copas de cava o licores complementarios se sacarán sólo cuando se sirvan, nunca desde el principio. 
Cubertería: las piezas de la cubertería se colocan de fuera hacia dentro en el orden en el que se vayan a utilizar y en el sitio donde está la mano con la que las vamos a usar.
Elementos decorativos: la mesa navideña admite muchos elementos decorativos, siempre y cuando éstos no entorpezcan la visión entre comensales. Se recomiendan centros de flores naturales o secas y que no sean excesivamente olorosas o de frutos secos. Las velas se usarán solo en las cenas y siempre encendidas, descartando las aromáticas. 
LA SOBREMESA
En las fiestas navideñas la sobremesa toma un papel relevante ya que es, normalmente, el momento más distendido de la velada. Lo ideal es que la sobremesa dure entre media hora y una hora y media como mucho, pero el anfitrión nunca debe marcar el final. Por noma general, en la sobremesa se charla o se juega a algo. La televisión no se pone (el único momento en el que sí se permite es en el de las campanadas de fin de año).