Fuente: www.protocoloalavista.com
A la hora de plantearnos una comida o una cena no sólo
nos esforzamos con preparar un menú adecuado a la hora, a los comensales o a la
época del año. También pensamos en acompañarla de un vino. Las cuatro reglas
básicas suelen tenerse en cuenta casi siempre. Ya todos nos sabemos que para el
pescado es mejor pensar en vinos blancos, y para la carne, en tintos.
Pero, siempre hay un algo más. Y,
como anfitriones, cuanto más preparados estemos, ¡mucho mejor!