Fuente: elmundo.es
El Templo del mojito cubano, el pequeño bar en La Habana, La Bodeguita del Medio, cumple 70 años y sigue siendo una visita esencial para millones de turistas, que vienen a descubrir la guarida favorita del escritor norteamericano Ernest Hemingway.
"Mi mojito en La Bodeguita y mi Daiquirí en el Floridita", escribió Ernest Hemingway en referencia a sus dos bares preferidos, en la época en la que el premio Nobel (1899-1961) recorría las calles de La Habana Vieja en los años cincuenta.
Y hoy en día, la peregrinación de turistas continúa en pleno apogeo, al ritmo de los sonidos de orquestas callejeras que vienen a cantar las alabanzas del Che Guevara con el famoso 'Hasta Siempre Comandante' o la de Compay Segundo y Buena Vista Social Club.
"El bar es tan conocido que, por curiosidad, se le debería haber visto", afirma la turista argentina Ana María Nacif, que hizo una escapada de un día para visitarlo con un grupo de turistas desde Varadero, a 150 kilómetros al este de La Habana.
Turistas en la barra de la Bodeguita del Medio
La Bodeguita del Medio abrió sus puertas el 26 de abril
1942, por iniciativa de un comerciante, Ángel Martínez, quien
transformó la barra en una pequeña tienda de comestibles (bodega) a tiro de
piedra de la catedral.
Como la tienda estaba en la mitad de la calle, y no como sucede a menudo, en
una esquina, el nombre surgió rápidamente, aunque algunos lugareños la denominan
"la tienda de conveniencia".
La empresa pública que gestiona actualmente el bar, Palmares, ya ha
organizado una serie de convocatorias para celebrar el 70 aniversario de
la barra más famosa de La Habana, con cocina cubana y
conferencias sobre el mojito.
El cóctel nacional
El cóctel nacional
Hojas de menta, azúcar, jugo de limón, todo bien machacado para
extraer la menta, añadir el ron y un poco de agua con gas: la receta
para el "cóctel nacional" de Cuba, es simple, pero eficaz. Y cara en la
Bodeguita: cuatro dólares, un precio que pocos clientes cubanos, cuyo salario
medio mensual es de alrededor de 20 dólares, se pueden permitir.
Sin embargo, desde primera hora de la mañana, los turistas acuden allí a
tomar su mojito, aunque algunas mesas están a disposición de los clientes que
quieran degustar la comida del local.
En las paredes, entre las fotos de las celebridades que
honran a la barra con su presencia, cientos de pintadas, anónimos y
famosos, como el ex socialista chileno Salvador Allende llegó a
escribir "Cuba Libre, Chile espera, 28 de junio de 1961"...
Hemingway tiene un lugar de honor, con una gran foto de su
encuentro con el padre de la Revolución cubana, Fidel Castro, tomada poco antes
de la salida de Cuba por el escritor estadounidense.
En cualquier momento, los autobuses descargan a las decenas de turistas, que
acuden a la calle Empedrado 207. "Yo he venido porque está incluido en la visita
y que siempre he querido ver esta barra, pero no me han dado tiempo para tomar
una copa", se lamenta la chilena Catalina Quesada.
"Este es el lugar para escuchar música, tomar comida tradicional, fumar un
puro y disfrutar de un mojito", dice el director comercial de Palmares, Pérez
Guillén Liubersy.
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