En Italia es casi un
sacrilegio usar un cubierto que no sea el cuchillo y el tenedor para ventilarse
un plato de espaguetis
Fuente: www.lavozdegalicia.es. Redacción 21/03/2014
No comer pasta con
cuchara es la primera norma a interiorizar antes de viajar a Italia. Los
italianos consideran casi un sacrilegio enfrentarse a un plato de espaguetis
con otro cubierto que no sea el cuchillo y el tenedor. Acostumbrada como está
la civilización occidental a retorcer, casi desencajándose la muñeca, el mango
de una cuchara sopera para, con una total pericia, conseguir ventilarse
hábilmente una ración de pasta, ¿cómo lograremos llevarnos ahora a la boca
estos enormes fideos únicamente con la ayuda del incómodo tenedor? No se trata
de una cuestión de gusto ni tampoco de comodidad, sino de educación.
El protocolo establece
que cualquier pasta debe servirse en platos
hondos, en lugar de llanos, y, si es posible, caliente. Serán los bordes
de este recipiente cóncavo los grandes aliados a la hora de enrollar las largas
tiras de harina, agua, huevo y sal. El tenedor deberá girarse con las
puntas pegadas al plato.
En Italia, cuna europea
de la pasta, se cree que incluso la manera de comer los espaguetis determina el
carácter del hombre. El contenido del plato nunca deberá cortarse en
trozos pequeños para facilitar el bocado, aunque sí puede trocearse un
poco, y siempre con el tenedor, para acortar su longitud. Al ser un alimento
blando, aunque esté un poco más firme si lo cocinamos al dente, será fácilmente
manipulable con los laterales de este cubierto. Y de ninguna manera se
puede sorber la pasta.
La constante duda de la
cuchara y el tenedor
Aunque es la pasta la
que siempre abre el gran interrogante de los cubiertos, una multitud de
alimentos plantean dudas entre uno u otro a la hora de sentarse a la mesa.
El arroz debe tomarse siempre con tenedor a no ser que sea
caldoso. Si se trata de arroz con leche se utilizará la cucharilla de postre.
La ensalada exige también el cubierto de las púas, así como el huevo,
al que no se deberá atacar con el cuchillo nunca.
Los guisantes no se
deben pinchar, sino recogerse con el tenedor para llevarlos a la boca. La carne siempre
deberá tomarse con cuchillo y tenedor, y cortarse poco a poco, a medida
que se va ingiriendo, evitando trocearla toda en un principio. Las piezas de
fruta, de tamaño medio y piel más o menos fina, reclaman el combo tenedor y
cuchillo, incluido el plátano. Las mandarinas, cerezas y uvas sí pueden comerse
con las manos.