Autor: Ivonne
Vargas
Fuente: CNNExpansión.com
Renovarse o morir. Si bien tener un empleo es, en sí
mismo, una buena noticia ante la contracción del mercado, el 25% de las personas que buscan una oportunidad laboral tiene un
empleo actualmente.
¿Qué los lleva a mirar otras opciones? Entre los principales factores que
motivan esa decisión destacan el excesivo control para los
empleados; los jefes con dificultad para reconocer al empleado
o delegar actividades; la carga de trabajo, así como el abuso de poder en la organización.
Una tendencia común entre los jefes es pedir varias tareas al mismo tiempo,
otorgando la misma importancia a cada una. Eso genera, muchas veces, trabajo
doble (porque no existe un nivel claro de prioridades). Además, hace que el
empleado pierda el foco de cuál es la principal actividad por la cual lo califican y opta por cumplir las
actividades por inercia. Esto se convierte en un círculo laboral
negativo, donde los empleadores no sienten un valor por parte de sus
colaboradores y viceversa.
El primer paso, además de darles cursos relacionados con su trabajo, es
sentarse con ellos para analizar cuáles son sus actividades
clave, lo que más tiempo y atención deberán poner a algo, y cómo se les
evaluará. Esas son actividades que puede y debe desarrollar el área de Recursos
Humanos, por lo menos cada tres o cuatro meses.
Para iniciar con una nueva manera de administrar al personal y presumir de un
verdadero desarrollo profesional, la proveedora mundial de soluciones de espacio
de trabajo REGUS, sugiere lo siguiente:
1. Empatía versus apatía. Los empleados comprometidos (como
bien se sabe) no llegan sólo con dinero, hay que pensar en programas enfocados a
ser flexibles en algún tema que sea de interés personal para el colaborador, como su deseo de seguirse capacitándose. Hay que evitar el
famoso y molesto "Time Sheet" (control de actividades), ya que
esto obliga a los trabajadores a descartar cualquier situación personal como un
embarazo, tener que cuidar a sus niños pequeños e incluso hasta negarles llevar
una vida propia fuera de la oficina; esto es lo que genera una actitud de apatía
por la organización.
Un ejemplo claro (aunque quizá muy remoto en México) son los permisos
especiales que están brindando algunas empresas para que sus empleados mejoren
su rendimiento. En Estados Unidos, las oficinas de Nike y Deloitte
fomentan el hábito de tener una siesta después de comer.
"20 minutos de sueño dejan a la persona en óptimas condiciones para seguir
con su trabajo. Es el tiempo ideal para un sueño liviano y regenerativo", señala
la investigación Napping Your Way To The Top, publicado en la revista
Business Week.
2. Despedida automática. En lugar de los mecanismos de
control excesivos, como los horarios (sobre todo de comida o salidas), hay que
crear estrategias para motivar. La vida diaria como empleado aún se rige, en
gran medida, por la persona (as) a las que les informa sobre sus actividades.
Así, en lugar de revistar todo "bajo una lupa" diseñe algunas medidas para
otorgar confianza a sus colaboradores, por ejemplo, impúlselo a que tome una
decisión. Cuando el jefe inmediato empieza a controlar o intimidar, es cuestión
de tiempo para que la persona empiece a buscar otro trabajo.
3. Dos cabezas piensan mejor. Si como jefe se tiene a varias
personas a cargo, hay que fomentar la labor y decisiones en equipo. Esa acción
ayudará a mantener un clima organizacional más sano, donde cada colaborador
mantiene su identidad, es decir, saben qué hace cada uno y cómo se pueden
complementar en las tareas para cumplir un objetivo. Es importante que al dar un
reconocimiento se haga en forma colectiva, para todos los que participen en el
proyecto, sin individualismos o menciones por separado (en la oficina del jefe).
Eso ayudará a incrementar la autoestima del empleado.
4. Si es novedad, que sea tecnológica. Actualizarse en ese
tema es un "debe" para hacer que los procesos de la empresa sean más rápidos. Y
eso no significa invertir en un gran número de equipos, sino aprender a
simplificar las tareas con los recursos que ya se tiene. Todo lo que represente
una nueva opción para hacer más rápido y con calidad una actividad, se debe
compartir con los colaboradores de inmediato, y a través de una conversación personal (no correos electrónicos).
"La cualidad más valiosa del gerente moderno es la capacidad de empatía, una
vez que se identifican esos jefes potenciales, tienen que ser apoyados, y estar
actualizados con constante información para así sacar lo mejor de ellos mismos",
y que esto lo transmitan a sus colaboradores.
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