Fuente: www.enfemenino.com
Autor: Cristina
García-Adán
Fecha: 28 de
agosto de 2015
Así es, beber champagne con hielo ya
no es ninguna locura, de hecho está muy de moda. Se sirve con tres cubitos de
hielo en copa de cabernet. ¿Te apetece una?
Lo impensable se ha convertido en
realidad y está siendo un éxito. Moët
Ice Impérial es el primer champagne creado para beberse con hielo. Una opción fresquita
y novedosa.
¿No estamos en la era de la
personalización? Pues dejemos que cada uno beba lo que quiera y como quiera. La
primera vez escuchamos lo del champagne con
hielo fue de la boca de Martín Berasategui, como siempre sus originales ideas no eran
tan descabelladas como pensábamos. Luego llegó Moët, que tras varios años de investigación consiguió la receta
magistral que conseguiría que el champagne
con hielo no terminara aguándose y perdiendo las burbujas. El truco está
en mezclar un 40-50% de uva Pinot Noir que intensifica el sabor de la fruta, un
30-40% de uva Pinot Meunier para enriquecer el fondo en la boca y un 10-20% de
Chardonnay que le da un toque ácido y refrescante al final. Todo está pensado.
Así nació Moët Ice Impérial, que
nada más salir al mercado fue todo un éxito. Otras firmas como Veuve Clicquot, con Rich, y Maset del Lleó también se han unido a
esta tendencia.
¿La receta perfecta? Coge una copa grande estilo cabernet y pon tres hielos. A continuación puedes añadirle una hoja de menta, ralladura de uva blanca o lima, mondadura de pepino, semillas de cardamomo y hasta cualquier ruto rojo. Acentuarán su frescura e intensidad aromática. Toda una experiencia sensorial.
¿La receta perfecta? Coge una copa grande estilo cabernet y pon tres hielos. A continuación puedes añadirle una hoja de menta, ralladura de uva blanca o lima, mondadura de pepino, semillas de cardamomo y hasta cualquier ruto rojo. Acentuarán su frescura e intensidad aromática. Toda una experiencia sensorial.